Hacer testamento es aparentemente sencillo; sin embargo todavía existe un cierto desconocimiento sobre este documento tan importante y que sigue generando multitud de problemas en caso de no otorgarse de forma adecuada.

El testamento más común para las personas casadas y con hijos es aquel en el que la pareja se deja el uno al otro el usufructo y nombran herederos a los hijos. Sin embargo el testador no es siempre libre de dejar su patrimonio a quién quiera y cómo quiera al estar obligado por las llamadas “legítimas”.

La Ley y recientemente la Jurisprudencia, han establecido varios casos en los que es posible la desheredación total de un legitimario, si bien es cierto que el testamento ha de ser lo mas claro posible a fin de evitar impugnaciones futuras y litigios entre los herederos.

Otro aspecto importante a la hora de planificar el otorgamiento de un testamento es la existencia de hijos menores de edad, sobre los cuales el testador puede determinar el régimen de tutela que desea para ellos en caso de que el fallecimiento se produjese siendo aún menores, así como el sistema de administración de los bienes de éstos hasta su mayoría de edad a través del nombramiento de un administrador, que puede ser distinto al otro progenitor, lo que cobra especial relevancia en el caso de padres y madres divorciados o separados.

El testamento es, por tanto, un documento trascendente que debe suscribirse adecuadamente para que refleje sin duda alguna la voluntad del testador sin contravenir la legalidad vigente y sea perfectamente válido para evitar una sucesión intestada, que suele resultar un proceso más largo y costoso.

ACTIOLEGIS, respondiendo a la demanda cada vez mayor de soluciones preventivas, inaugura una nueva sección destinada a informar y asesorar a quien desee planificar su testamento con el fin de garantizar el cumplimiento de la voluntad personal y simplificar el procedimiento de testamentaría en el futuro.